Salir del país, viajar, descubrir horizontes, nuevas gastronomías, ciudades patrimoniales y comprar; telas, cremalleras, elásticos, botones todo lo que pueda encontrar y cargar para realizar un sueño.
Luego las bolsas pesan, pero sé, que merece la pena, porque cada viaje es una aventura llena de oportunidades de búsquedas. La última parada, la de las tiendas de telas es también el descubrimiento en cada país de un nuevo barrio.
Finalmente cada destino se complementa y aporta nuevas ideas que felizmente al regresar a mi país Cuba llevamos a cabo.
Montmartre, este antiguo Faubourg de Paris aparte de ser una de las más grandes atracciones turísticas de la capital francesa es donde se encuentran las más famosas tiendas de telas de la ciudad alrededor del mercado Saint Pierre. Las más importantes son el Marcher Saint Pierre Dreyfus y la tienda Reine, ambas son edificios enteros de 6 y 4 pisos totalmente dedicados a las telas. Una vez dentro, uno se olvida de la ciudad que lo rodea, se pierde en un mudo de tradiciones, mezclándose con diferentes tipos de personas desde la viejita del barrio, al joven diseñador fashion. En las instalaciones es todo un poco antiguo, las cajas, el personal, los muebles… excepto lo más importante: las telas.
Mérida, ciudad blanca, en esta capital colonial, estamos mucho más cercano al ambiente caribeño de Cuba, con una economía de artesanía y pequeños negocios de costura muy anclados en la tradición. Allí las guayaberas son también un referente cultural y se declinan en infinitas versiones en las tiendas del centro histórico. Un poco más al sur de la catedral cerca de la calle 58 se encuentran las tiendas de telas, de las más importantes son La Parisina o Modatelas donde encontramos superficies gigantes de rollos de telas de calidad variada, esta gran multitud permite escoger diseños originales y a veces dejarse llevar a otros estándares.
México DF, la multitud, en estas cuadras al sur este del Zócalo es donde se encuentran ordenadas por calles temáticas, una cantidad infinita de tiendas de telas, de máquinas, de accesorios. La muchedumbre, el calor, los olores de comidas, el ruido, los colores pululan en las calles. Es una aventura intensa explorar todas estas tiendas donde se puede encontrar de todo, y a precios muy interesantes.
Málaga al Ándalus, los colores y motivos flamencos y sevillanos son quizás los que más use con los colores rojos, blancos y azules, y los motivos punteados, a veces más grandes a veces más finos. Seguramente porque en La Habana hasta en las paredes de la ciudad la influencia española predomina. La estética flamenca se encuentra muy presente en nuestra memoria colectiva, y contamos con importantes escuelas de baile español en la ciudad, es normal que se refleje igualmente en la moda. En Málaga ciudad al pasado Árabe donde nació el genio Picasso, miramos el mediterráneo, y deambulamos en la ciudad antigua donde quedan detrás de las tiendas de firmas internacionales algunos antiguos negocios de telas donde abundan los impresos rojos de puntas blancos! Específicamente fue en una que se llama Kilocentro pero desgraciadamente cerro y se convirtió en una ampliación del Zara. Es triste porque este ejemplo refleja un fenómeno generalizado, donde muchos comercios tradicionales en los viejos centros históricos de las ciudades europeas desaparecen para ceder el espacio a grandes franquicias, desaparece de esta forma el alma de los barrios y hace que todas las ciudades se parezcan.
Así acabamos el viaje, de vuelta en la Habana para componer con todos estos ingredientes y contribuir al Alma del barrio, con cosas originales manteniendo el hilo de la tradición y el vínculo con la Ciudad.